martes, 5 de enero de 2010

Debajo de la almohada
una mano,
mi mano,
que se agranda,
se agranda
inexorablemente,
para emerger,
de pronto,
en la más alta noche,
abandonar la cama,
traspasar las paredes,
mezclarse con las sombras,
distenderse en las calles
y recubrir los techos de las casas sonámbulas.

A través de mis párpados
yo contemplo sus dedos,
apacibles,
tranquilos,
de ciclópeas falanges;
los millares de ríos
zigzagueantes,
resecos,
que recorren la palma desierta de esa mano,
desmesurada,
enorme,
adherida al insomnio,
a mi brazo,
a mi cuerpo
diminuto,
perdido
en medio de las sábanas;
sin explicarme cómo esa mano
es mi mano,
ni saber por qué causa se empeña en disminuirme.

Olivero Girondo. Persuación de los días. Ed. Losada

lunes, 7 de diciembre de 2009

BLUES FOR MAGGIE

Ya ves

nada es serio ni digno de que se tome en cuenta,
nos hicimos jugando todo el mal necesario

ya ves, no es una carta esto,

nos dimos esa miel de la noche, los bares,
el placer boca abajo, los cigarrillos rubios
cuando el cielo raso tiembla la luz del alba,

ya ves,
y yo sigo pensando en ti,

no te escribo, de pronto miro el cielo, esa nube que pasa
y tú quizás allá en tu malecón mirarás una nube
y eso es mi carta, algo que corre indescifrable y lluvia.

Nos hicimos jugando todo el mal necesario,
el tiempo pone el resto, los oseznos
duermen junto a una ardilla deshojada.

Julio Cortazar

domingo, 18 de enero de 2009

No agresión y los maras...

Los Maras señalan el camino que nos lleva a estar completamente despiertos y vivos a través de dejarnos morir momento a momento, de abandonarnos al final de cada espiración. Cuando despertamos, podemos vivir plenamente sin buscar el placer ni evitar el dolor, sin volver a reconstruirnos cuando nos caemos a pedazos.


La noche que había de alcanzar la iluminación, el Buda se sentó bajo un árbol y, estando allí sentado, fue atacado por las fuerzas de Mara. La historia dice que le dispararon espadas y flechas y que dichas armas se convirtieron en flores.

Lo que normalmente consideramos obstáculos no son verdaderamente nuestros enemigos, sino nuestros amigos. Son en realidad la forma que tienen el mundo y toda nuestra experiencia de enseñarnos dónde estamos atascados. Podemos experimentar como flor lo que parece ser una espada o una flecha. Que experimentemos lo que ocurre como un ostáculo y un enemigo, o como un profesor y un amigo, depende totalmente de nuestra percepción de la realidad. Depende de nuestra relación con nosotros mismos.

Las enseñanzas nos dicen que los obstáculos se presentan tanto a nivel interno como a nivel externo. En este contexto, el nivel externo es la sensación de que algo o alguien nos ha hecho daño, quebrando la paz y armonía que creíamos nuestras. Algún desaprensivo lo ha echado todo a perder. Este tipo de obstáculos se da en las relaciones y en muchas otras situaciones; podemos sentirnos desepcionados, dañados, confundidos y atascados de muy diversas maneras. Las personas hemos estado sintiéndonos así desde el principio de los tiempos.

En cuanto a los ataques internos, quizá nada nos ataque realmente excepto nuestra propia confusión. Quizá no haya otro obstáculo que nuestra propia necesidad de protegernos cuando nos sentimos tocados. Quizá nuestro único enemigo sea que no nos gusta como es la realidad ahora, y por tanto deseamos que se aleje rápidamente. En la práctica del camino descubrimos que nada se va nunca hasta habernos enseñado lo que tenemos que aprender. Si corremos a toda prisa al otro extremo del continente para evitarnos un obstáculo, encontraremos el mismo problema al llegar. El obstáculo va volviendo con nuevos nombres y formas hasta que aprendamos lo que tiene que enseñarnos respecto a dónde nos separamos de la realidad, cómo nos retraemos en lugar de abrirnos, cómo nos cerramos en lugar de permitirnos experimentar plenamente lo que sale a nuestro encuentro sin dudas ni retiradas.....


Pema Chödrön

"Cuando Todo se Derrumba". Palabras sabias para momentos difíciles.

sábado, 6 de diciembre de 2008

VIPASSANA



Cada vez que una impureza, como la ira, el odio, la pasión, el miedo, etc. surge en la mente, uno se siente desdichado. Cuando algo no deseado sucede, uno crea tensiones, y comienza a atar nudos internos. Del mismo modo, cuando algo deseado no ocurre, también uno genera tensiones internas. Durante toda la vida se repite este proceso, hasta que toda la estructura física y mental no es más que un manojo de nudos. Además, uno no mantiene esta tensión limitada a sí mismo, sino que la distribuye a todos aquellos con los que se relaciona. Sin duda ésta no es la forma correcta de vivir.

Para aprender la forma de vivir hace falta saber reconocer que no vivimos en armonía y que esa desarmonía está en nuestro interior, y por esta razón es bueno explorar tu propia realidad. Vipassana ayuda a hacerlo; a examinar tu propia estructura física y mental, hacia la que existe tanto apego, resultando en sólo tensiones y desdicha. Al nivel de la experiencia, uno debe comprender su propia naturaleza, mental y física; sólo entonces uno puede experimentar lo que pudiese haber más allá de la mente y la materia. Por lo tanto, ésta es una técnica de comprensión de la verdad, de auto—comprensión, que investiga la realidad de lo que llamamos "uno mismo".


La Vipassana. El arte de la meditación budista.

Williiam Hart.


Foto: Isabel Carrió "Oración"

“Verdaderamente de la meditación brota la sabiduría.
Sin la meditación, la sabiduría mengua.
Conociendo el doble camino de la ganancia y la pérdida,
debe conducirse uno mismo de manera tal que pueda
aumentar la sabiduría.”

DHAMMAPADA. LA ENSEÑANZA DE BUDA.

jueves, 27 de noviembre de 2008

J. G. F.

"El sentido común nos dice que las cosas de la tierra existen sólo escasamente, y que la verdadera realidad está únicamente en los sueños. Para digerir tanto la felicidad natural cuanto la artificial, es ante todo necesario tener el valor de tragarla; y quienes quizá fuesen merecedores de la felicidad son justamente aquellos a quienes la felicidad, tal como la conciben los mortales, les ha hecho siempre el efecto de un vomitivo."

Charles Baudelaire "Los Paraísos Artificiales"

la hora de la estrella


“…Escribo porque no tengo nada que hacer en el mundo: estoy de sobra y no hay lugar para mí en la tierra de los hombres. Escribo por mi desesperación y mi cansancio, ya no soporto la rutina de ser yo, y si no existiese la novedad continua que es escribir, me moriría simbólicamente todos los días. Pero estoy preparado para salir con discreción por la puerta trasera. He experimentado casi todo, aun la pasión y su desesperanza. Ahora sólo querría tener lo que hubiera sido y no fui.”…

Clarice Lispector "La hora de la estrella"